Imakiro es el ejemplo perfecto para descubrir las infinitas posibilidades de un material tan antiguo y versátil como el papel. En sus obras se une la tradición, el estilo y la saber hacer. Colores y formas dialogan en torno a un trabajo artesanal, donde los detalles son los protagonistas. En Labois entrevistamos a Belén, la persona que hay detrás de Imakiro. Con sus manos elabora flores, lámparas y móviles tomando el papel como único soporte. Una apuesta decidida por la producción local y sostenible que nace de la propia experiencia -y espíritu- de la autora.
Detrás de Imakiro
Cuéntanos quién eres y cómo acabaste dedicándote a la realización de flores de papel
Desde pequeña me encantaba pintar y colorear. Pasaba horas pintando con mis manos. Las clases de plástica eran mis favoritas. Recuerdo mi infancia con mi madre haciendo encaje de bolillos, punto de cruz, figuritas de barro… Heredé de ella mi pasión por las manualidades y las artesanías. Animada por mi profesor de pintura en el bachillerato artístico, decidí estudiar Bellas Artes, y aunque me apasionaba la pintura, me especialicé en conservación-restauración.
Empecé mi trayectoria como restauradora y trabajé en el sector durante algunos años. Siempre he cuidado mucho los detalles y disfrutaba de la soledad y el silencio, pero sentía que necesitaba hacer algo más, así que decidí cursar un posgrado y máster en Gestión Cultural. Tras algunos años gestionando diferentes proyectos culturales, me di cuenta de que mis inquietudes seguían ahí, y aunque siempre me había acompañado la creencia de no sentirme con talento, descubrí, para mi asombro, que mi creatividad siempre había estado presente y simplemente tenía que encontrar Mi porqué y Mi para qué.
Desde ese momento, motivada en parte por la maternidad y debido a un despido laboral, decidí, por primera vez, gestionar mi propio proyecto personal y profesional. Todo empezó con un cuadro de mariposas hecho con papeles de colores. Era el regalo handmade de dos grandes amigas. Le dije a mi amiga Patri que me enseñara a hacer esas mariposas tan delicadas y desde ese momento empecé a practicar origami y a crear distintas figuras. Patri me regaló un kit de papeles de Japón allá en 2016 y en el 2017 decidí viajar yo misma al país para empaparme de su cultura. Seguí practicando de forma autodidacta en todos mis ratos libres, siendo el arte de plegar el papel el protagonista de esta nueva aventura.
¿Qué significa Imakiro?
Imakiro viene de la palabra japonesa Orikami: ori “doblar” y kami “papel”. Su lectura invertida ha dado lugar al nombre de esta marca, que empezó enfocada a ambientar los espacios de vida y juego de los más pequeños, con productos alejados de los tópicos infantiles, producidos a pequeña escala y de forma local. Poco a poco Imakiro ha ido creciendo y expandiéndose a otros ámbitos como el de la decoración, el escaparatismo o las flores de papel.
¿Cuánto hace que estás viviendo de tu negocio? ¿Siempre tuviste claro que querías emprender?
En realidad nunca me había planteado emprender. Motivada en parte por la maternidad y debido al despido, decidí, por primera vez, gestionar mi propio proyecto personal y profesional. Estrené la web hace unos 3 años, aunque ya me rondaba por la cabeza la idea desde tiempo atrás. Después de descubrir las posibilidades infinitas que tiene el papel empecé a aprender principalmente de forma autodidacta, a ver tutoriales, a leer libros especializados, a informarme acerca de otros referentes, … Viajé a Japón en 2017, justo estando embarazada de mi primera hija. Una vez allí intenté empaparme todo lo que pude de la cultura japonesa, de su gente, sus tradiciones, rituales,…y por supuesto del origami. Descubrí un universo precioso de papeles artesanales fabricados con plantas locales, con distintos colores, texturas, motivos, etc. que me atraparon y que hoy forman parte de mi espacio creativo.
Cuéntanos más sobre tu proyecto ¿En qué consiste tu negocio? ¿Qué tipo de producto haces?
Empecé ambientando los espacios de vida y juego de los más pequeños con lámparas, guirnaldas y móviles decorativos sobre todo, utilizando como único medio el papel, un toque de poesía y ¡mucho origami! Colores y estampados alejados de los tópicos infantiles, del rosa y del azul. Productos personalizados que el cliente puede hacer a medida, a su gusto, escogiendo las formas y colores que más le gusten. Líneas simples y materiales puros inspirados en la naturaleza, en la cultura oriental y en la filosofía del menos es más. Cada pieza está plegada y ensamblada con mis propias manos, ocupando el espacio justo y ofreciendo una gran belleza y armonía al entorno. Trabajo siempre a pequeña escala y de forma local.
Poco a poco Imakiro ha ido creciendo y expandiéndose a otros ámbitos, realizando trabajos con marcas y entidades como Rituals, Casa Asia o el hotel Mandarín Oriental, fotógrafos como Noelia Oliver o Dídac Balanzó , Isabel Coixet y la serie Foodie Love estrenada en HBO. Me gusta también trabajar de cerca con el pequeño comercio, con espacios como Librería Sendak y Mon Pettit Ó. Además de otros trabajos de escaparatismo, bodas y eventos, talleres y venta de producto propio. Puedes ojear mi portfolio para ver algunas de mis obras.
Intento cuidar de nuestro planeta con diseños respetuosos. Utilizo papeles de alta calidad que permiten minimizar el impacto medioambiental y ser reciclados. Papeles de proveedores locales y papeles artesanales de Japón y de otras partes del mundo donde se conserva todavía la antigua tradición de realizarlos a mano. Son pequeños tesoros donde no intervienen las grandes tecnologías y te acercan al origen natural de sus materiales.
¿Dónde podemos encontrar tus productos?
En mi tienda online se pueden encontrar los móviles decorativos, lámparas y guirnaldas, algunos kit’s DIY y flores por encargo, entre otras cosas.
También desarrollo talleres y otras actividades y voy informando de todo desde mi newsletter.
Finalmente, realizo encargos personalizados adaptados a las necesidades de cada cliente. Escaparates, decoración de eventos, workshops, etc. ¡Me encanta contar historias mediante el papel, innovar y escuchar cada propuesta!
Cuéntanos más sobre tus talleres presenciales. ¿Son regulares o esporádicos? ¿A qué tipo de público van destinados?
Realizo talleres adaptados por edades y a las necesidades de cada público. Suelen ser regulares en fechas señaladas como Sant Jordi, a lo largo de la primavera o durante las navidades. El taller de adornos de papel para el árbol gusta muchísimo. Suelen ser en familia, para fortalecer el vínculo padres/hijos. También para niños a partir de 6 años y/o adultos.
En colegios y centros cívicos también suelo impartir talleres, o para empresas que quieren aportar un valor extra a sus trabajadores (team building).
Los talleres te ayudan a aprender y a salir de la zona de confort. Con cada grupo aprendes algo nuevo y ves que la edad no importa. La intención es disfrutar del origami y de sus múltiples beneficios, relajarse y pasar un buen rato, más allá del resultado. Aunque siempre salen figuras muy chulas. Trabajamos no solo el origami, sino también otras técnicas como el collage, el paper cutting o técnicas variadas en función de las edades. Siempre utilizando como medio principal el papel.
En tu experiencia como empresaria ¿Qué es lo que te cuesta más de tu día a día?
Gestionar las emociones y el estrés. Vivir de lo que te apasiona y convertir tu hobbie en tu negocio es muy difícil, especialmente en proyectos creativos, artesanos y emocionales. Inviertes muchas horas y aprendes de forma autodidacta en muchas ocasiones. La soledad hace mucho más difícil la toma de decisiones y el control constante de los altibajos. Tu mente está en activo constantemente, por lo que es muy difícil no venirse abajo y querer tirar la toalla en muchas ocasiones.
¿Cuál es tu objetivo este año? ¿En qué estás trabajando actualmente?
Seguir creciendo, aprendiendo y formándome para que Imakiro siga adelante, realizando nuevos proyectos y nuevas colaboraciones. Me encantaría además poder trabajar con alguien en el día a día si lo necesitara e Imakiro creciera más. Después de este primer semestre del año bastante intenso donde he tenido la oportunidad de trabajar con el hotel Mandarin e introducirme en el mundo de las flores de papel, toca parar, hacer balance de todo y retomar nuevos proyectos a la vuelta del verano. Te reirás, pero la campaña navideña empieza en breve.
Emprendimiento y maternidad. Cuéntanos cómo es ser emprendedora y mamá a la vez
Es muy difícil. Me siento muy afortunada de poder dedicarme a lo que me gusta, pero se necesita mucha ayuda y una gran estabilidad emocional y económica para empezar. Mi pareja siempre me ha apoyado en todo y su horario laboral le permite pasar mucho tiempo con nosotras. Mis padres también viven cerca y nos ayudan mucho. A pesar de todo y aún considerándome una privilegiada, decidí también emprender para gestionar mi tiempo y tener una mayor conciliación, aunque los primeros años de un negocio sucede más bien lo contrario.
Para acabar, un consejo para jóvenes emprendedor@s artesan@s:
Ser tú mismo. Emprender no es nada fácil e implica un gran desgaste físico y mental, PERO también es un aprendizaje constante personal y profesional. En sectores creativos como el nuestro nos dejamos llevar por la parte emocional, que es la que nos empuja a seguir hacia delante a pesar de las dificultades.
Animo a todo el que tenga unos minutos a leer esta entrevista y la de muchos otros creativos con talento que deciden apostar por lo que realmente les apasiona y por el cambio. Detrás de cada proyecto hay personas, con historias increíbles y entrañables. Solo conociendo esas historias es posible entender lo que nos hace únicos. ¿Quién si no nosotros puede hacer que esas historias sigan adelante?
Desde Labois agradecemos enormemente a Belén su colaboración, su tiempo y la oportunidad de poder conocer más de cerca su proyecto. Desde aquí te animamos a descubrir su historia y la originalidad de su obra de primera mano a través de su web.
