Medievales, tradicionales, multisectores… Las ferias de artesanos son una buena ocasión para dar a conocer y vender nuestros productos. Ofrecen la oportunidad de la venta directa y podemos dar un trato personal a nuestros clientes. Además, podremos escuchar sus opiniones y sugerencias, así como la de otros artesanos. De aquí saldrán inputs que nos permitirán mejorar nuestros productos, imagen, precios,… Ante un escenario tan relevante para un artesano, ¿por qué no ir bien preparado? Hoy presentamos 8 consejos básicos que te ayudaran a darte conocer y vender más en una feria de artesanos. Empezamos.
8 consejos para darte a conocer (y vender más) en una feria de artesanos:
1- Anuncia tu participación en la feria días antes
Con las prisas, este un punto que se nos puede pasar por alto. Y es que, aunque para nosotros pueda ser algo muy evidente, nuestros clientes lo desconocen totalmente. Aprovecha tus perfiles en las redes sociales u otros canales para anunciar que asistirás a una feria de artesanos 15 o 20 días antes.
Por experiencia, os podemos recomendar que lo mejor es anunciarlo 15, 7 y 1 día antes. De esta manera podrás impactar más veces –pero sin agobiar- y asegúrate de que saben que asistirás. Además, puedes fidelizar a tus seguidores y compradores anunciando un descuento para todas aquellas personas que hayan visto tu anuncio.
2- Prepara tarjetas de visita
Hemos asistido a muchas ferias de artesanos y siempre encontramos un comportamiento común. Muchas personas, principalmente mujeres, miran los productos con atención. Miran y miran. Encuentran una tarjeta, la cogen y se van sin comprar nada. ¿Por qué? En algunos casos, la afluencia de personas impide analizar con detenimiento los productos. En otros casos, es posible que se coja el contacto para volver más tarde. O quizás esa tarjeta sea motivo de inspiración por su diseño.
Sea como sea, incluso si la tarjeta acaba en la basura, es una demostración de que esa persona está interesada en nuestra marca, producto o imagen. Aunque sea por uno segundos, esa mujer u hombre nos ha dedicado en exclusiva su atención. Si la impresión ha sido buena, es muy probable que en otro momento, día o año nos compre. Esta valiosa oportunidad la perdemos si no tenemos tarjetas de vista.
Busca un diseño original que ilustre tu marca, un logotipo y un contacto claro y fácil de leer. Por menos de 60€ puedes imprimir 500 tarjetas en alguna imprenta o, si lo prefieres, encargar un sello de empresa y recortar tú mismo el papel/soporte. Lo importante es que si te buscan, te encuentren. Por ello debe aparecer tu nombre o el de tu marca, número de teléfono, email y, sobretodo, web o perfiles sociales.
3- Se reconocible
Una feria de artesanos está compuesta por varios stands organizados entorno a una plaza o distribuidas por calles. Por lo general, suelen ser espacios concurridos, llenos de gente y con elementos que distorsionan la atención de los clientes como música, frío, calor… Ante este “ruido” debemos hacernos un hueco para ser reconocidos fácilmente.
Colocar un letrero en la parte superior de la entrada de nuestro stand será fundamental. Como máximo, 2 o 3 palabras con nuestra marca o logo, con colores contrastados y visible a metros de distancia. Si es posible, justo debajo podemos hacer una breve descripción de nuestro negocio en letra más pequeña. De esta manera seremos reconocibles entre el tumulto de gente y captar la atención de los clientes realmente interesados.
4- El producto debe destacar
En las ferias de artesanos temáticas, donde es obligatorio decorar el stand, se suele caer en un error típico: los adornos. La decoración, incluso la arquitectura del propio stand, puede quitar protagonismo a los productos. Es un error que puede arruinarnos las ventas, aunque nuestra intención sea la contraria.
Para evitarlo, es importante que el color de fondo sea neutro y que contraste con el producto. Si vendemos productos de madera, el soporte sobre el que se expone no puede tener el mismo color. Utiliza una tela u otros materiales totalmente diferentes, pero sin contradecir la imagen artesanal.
5- Cada producto en su sitio
Este punto dependerá del tipo de producto que vendamos. Si ofrecemos productos alimentarios (pan, embutidos, quesos,…) la colocación debe transmitir una sensación de abundancia. Colocarlos unos encima de los otros, respetando las diferentes tipologías, es un sistema clásico pero que funciona. En la era del consumo, es importante que nuestros clientes puedan escoger y, para ello, debemos tener stock.
Por el contrario, si ofrecemos bienes de lujo o productos exclusivos, lo mejor será dar un mínimo espacio entre ellos. Fijaos en los museos. Una peana o un pequeño soporte nos ayudaran a “sacralizar” nuestro producto y darle una atmosfera más elegante.
En cualquier caso debe quedar claro que vendemos. De lo contrario puede generar confusiones.
6- La iluminación, imprescindible
¿Te has planteado alguna vez comprar a oscuras en un supermercado? Sería lo más parecido que comprar a ciegas ¿Es posible vender algo así? En las ferias de artesanos sucede lo mismo. Por extraño que parezca, todavía podemos encontrar algún stand sin iluminación propia. Ello no supone ningún problema, siempre que ésta se realice a plena luz del día. Pero si la feria de artesanos se realizará durante la tarde o la noche, no podemos creer que la iluminación de la calle nos servirá. Lo mismo sucede en los recintos feriales o pabellones municipales. La luz existente no está pensada para iluminar nuestro stand y todavía menos nuestros productos.
En estos casos, un motor eléctrico auxiliar o unas baterías pueden ayudarnos a dar luz sin necesidad de estar enchufados a la red municipal. Tener una o dos bombillas funcionando en nuestro stand puede ayudarnos a vender más durante más horas, a la vez que daran mayor visibilidad a nuestros productos.
7- El precio, un elemento visible
Publicar los precios de nuestros productos es una obligación y una necesidad. Hasta hace unos años, cuando todo el mundo tenía trabajo y un estilo de vida estable, era posible participar en una feria de artesanos sin apenas exponer un precio. Hoy el escenario es totalmente diferente. En la era de la información y el comercio internacional, creer que alguien se va a acercar a nuestro stand a preguntarnos algún precio es presuponer mucho. Si no hay precio, difícilmente habrá venta. Solamente podremos vender a alguien a quien el precio no le suponga un problema, o lo que es lo mismo, a casi nadie.
Colocar el precio junto al artículo, claro y visible, es una manera de ser más transparente, agilizar la compra y tomar posición en el mercado. Es un riesgo, pero no hacerlo es mucho peor.
8- Un packaging original… y práctico
Finalmente, el envoltorio. Imprimir nuestro logo en una bolsa o en una caja no es una frivolidad propia de las multinacionales. Si compramos un producto artesanal, lo más normal es que sea una pieza única. Así pues, el embalaje con el que se sirve también debería serlo. ¿Quién no ha comprado alguna ver un producto solo por como venía presentado? Un packagin original y acorde a nuestra marca es más “sexy” y vende más.
Por otro lado, este envoltorio debe ser práctico. Ante todo, debe ser ligero, resistente y fácil de transportar. A ello debemos sumarle que nuestros clientes ya tengan como mínimo una mano ocupada, bien con otras bolsas o con el bolso.
¿Qué opinas? ¿Qué otros consejos o prácticas podríamos aplicar en las ferias de artesanos?
Una respuesta
Hace cuatro años que trabajo en el desarrollo de productos orgánicos, creí que iba a ser fácil pero lo cierto es que termine estudiando un poco de microbiología, química y física. Ahora que tengo el producto desarrollado me estoy centrando en la comercialización. Quiero vender directamente a los consumidores y sus 8 consejos me parecieron perfectos para empezar a entender el marketing y la venta en las ferias artesanales.
Les agradezco por la publicación, y los felicito por la forma tan completa en que describen cada punto.
saludos desde Argentina