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Crafts Magazine

Cepillo de carpintero: la base de todo craftman

El cepillo de carpintero es probablemente la herramienta que mejor identifica a este gremio. Si bien con el martillo o la sierra puede haber dudas, con el cepillo queda claro. Pertenece al grupo principal de herramientas de la carpintería y se utiliza desde hace siglos. Con ellos se obtienen superficies planas de madera, molduras, rebajes, listones y un sinfín de acabados más que hacen del cepillo un instrumento básico de todo craftman.

Consiste en una caja madera rectangular con una cuchilla inclinada en el interior, similar a la de un formón. La cuchilla queda sujetada a la caja mediante una cuña ajustada a la apertura. Según el grado que sobresalga la hoja metálica, el corte será más o menos profundo. Así eran tradicionalmente, pero ya desde los inicios aparecieron diversas clases adaptadas al tipo de corte o trabajo. De hecho, a día de hoy existe una amplia variedad de este tipo de herramientas, alguna de ellas muy elaboradas.

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Tipos de cepillo de carpintero

– Garlopa: uno de los tipos más antiguos y utilizados. Consiste en un cepillo largo y con un ancho entre 5 y 8 cm. Para poder manejarlo bien, dispone de un mango, siempre situado cerca de la cuchilla. De esta manera, es posible controlar el impulso que se realiza en todo momento.

Gracias a su longitud, la garlopa permite realizar cepillados largos y rectos.  Por ello era y continua siendo una de las mejores opciones a la hora de labrar superficies planas (de ahí su nombre en inglés plane).

– Garlopín: hermano pequeño del anterior, tiene una anchura inferior a los 4 cm y sirve para devastar superficies, sobre todo si tienen nudos o irregularidades. Pequeño pero matón.

– Guillaume: se trata de un cepillo más pequeño que el cepillo de carpintero tradicional, pero con una cuchilla que abarca todo el ancho de la base. Su función no es otra que la de rebajar entrantes en la madera, por ejemplo, de una puerta. Gracias a ésta forma de su hoja, es más fácil llegar a las esquinas manteniendo un ángulo recto.

– Cepillo de dientes. Aunque el nombre confunde, no es el que utilizas en el baño. Este cepillo se caracteriza por su hoja casi perpendicular y un filo con dientes muy juntos y diminutos. Gracias a estos, el cepillo de dientes realiza estrías sobre la madera.

– Cepillo metálico. A diferencia de los anteriores, este tipo de  cepillo cuenta con una caja de metal. Normalmente están realizados en hierro o acero, lo que incrementa considerablemente su coste. Por el contrario, ofrecen mayor ligereza, algo a tener en cuenta si los vamos a utilizar frecuentemente.

Cabe decir que su uso requiere cierta técnica y mucho mimo. Su ajuste, al ser más preciso, es más sensible a posibles desajustes, por lo que requieren mayor atención que el resto de cepillos de carpintero.

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Cepillos de carpintero especiales:

– Cepillo para curvas. Por curioso que parezca, los cepillos no solamente trabajan planos rectos. Si tienes que nivelar una superficie cóncava o convexa, esta es tu herramienta. Gracias a su hoja de acero flexible y su sistema de tuercas, es posible regular la curvatura del pie y la profundidad de la hoja. Todo un reto para un craftman.

– Juntera. Aparentemente es casi igual que un guillaume, pero con una regla fijada en la base que puede graduarse. Según la posición de la regla, podremos determinar la profundidad y anchura del corte de la hoja. Gracias a ello, la juntera es una herramienta de precisión, muy utilizada en trabajos de cepillado que requieren gran detalle.

– Cepillo acanalador. Si hablamos de precisión, este cepillo no podía faltar. Se utiliza para hacer ranuras en la madera, también llamadas “canales”. Ya que no siempre necesitaremos el mismo ancho de hoja, este cepillo permite cambiar la hoja, según su anchura y profundidad. De esta manera, con una misma caja, podremos tantos tipos de ranura como hojas tengamos.

– Cepillo de modular. ¿Te has preguntado alguna vez cómo se hacían las molduras antes de que existiese la electricidad? La respuesta es este cepillo. Tiene las mismas medidas que un cepillo normal, pero la hoja y la base tienen un perfil con el negativo de la moldura. De esta manera, cuando cepillemos con él una esquina, la madera adoptará la forma de la moldura.

En este caso, será necesario tener al menos un cepillo por cada tipo de moldura/dibujo. Para asegurar un corte limpio y sin astillas, la hoja deberá estar perfectamente afilada y la base del cepillo limpia y a escuadra. Cualquier imperfección puede fastidiarnos el proyecto cuando finalmente habíamos llegado a los acabados.

– Machihembra. Y para acabar, un cepillo de los más raros. Su nombre ya deja entrever que sirve para machihembrar, o sea, para acoplar dos piezas de madera. Como en el acanalador, existen diferentes tipos de y medidas, según el grueso del perfil de la madera que se deba machihembrar. Para ello, este cepillo consta de dos hojas en sentido contrario, una a cada lado de la caja. Una permite realizar el canal (la hembra) y el otro el saliente (macho). De esta manera, tenemos un 2 en 1, solo necesitamos girar la caja.

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Consejo: si estás empezando, las mejores opciones son una garlopa y un guillaume. Con ellos podrás abarcar la mayoría de trabajos que requieran cepillado o rebaje de la madera. Poco a poco, ves ampliando según tus necesidades.

Recuerda que es muy importante conseguir un buen corte. Antes de empezar a utilizar el cepillo, límpialo y elimina cualquier impureza pegada a la caja o a la hoja. Procura que la hoja esté bien afilada, de lo contrario estarás haciendo más fuerza de la necesaria y es posible que acabes astillando la superficie o rompiendo la cuchilla. Son herramientas de precisión y requieren mucha atención y cuidado.

¿Qué os ha parecido? Esperamos haberos ayudado en la elección de tu próximo cepillo de carpinteo. Gracias por seguirnos 😉

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