«Una de las cosas más bonitas de la vida es cuando debes detener lo que estás haciendo y poner toda tu atención en la comida.» Luciano Pavarotti sentenciaba así la importancia de la cocina, un arte que toma la vajilla como lienzo. Desde Labois, hemos querido dedicar este post a ese lienzo cerámico que ha acompañado a la humanidad desde hace miles de años. Hoy analizamos las luces y sombras de optar por una vajilla de gres o porcelana.
¿Qué vajilla es mejor?
Podemos encontrar un amplio abanico de vajillas en el mercado, con diversos estilos, acabados, formas y precios. Entre este amplio surtido de opciones, el gres y la porcelana se reivindican como las opciones de mayor calidad. A diferencia de la cerámica de barro o loza -tradicionales y elaboradas a baja temperatura-, una vajilla de gres o porcelana pertenece al exclusivo grupo de cerámicas de alta cocción. Veamos las características de cada una:
Vajillas de gres
En los últimos años, el gres ha aparecido con fuerza en el mercado de la cerámica y la artesanía. Su cocción a alta temperatura, cercana al de la porcelana, ofrece propiedades de primer nivel: dureza y resistencia a astillarse, a golpes y rayaduras. Además, es más accesible -y asequible- que la porcelana dado que, si eres ceramista, es fácil encontrar bloques de pasta de gres de alta cocción preparados para poder trabajarlos desde el minuto uno.
Pero el gran valor añadido del gres es su gama de acabados. A diferencia de la porcelana, aquí encontramos una gama muy diversa de colores y texturas, que además pueden esmaltarse. También es más consistente, lo que permite trabajarlo y moldearlo a mano o en torno. Sin duda, es la opción más recomendada para artesanos que buscan realizar piezas de alta calidad sin renunciar a la creatividad y un precio competitivo.
Pero el gres también tiene sus limitaciones. De entrada, las piezas son ligeramente más pesadas que la porcelana y no permite formas muy finas o translúcidas. Esto se debe a que en las formas finas, el gres es más frágil. A esto hay que sumarle que los costes de horneado a alta temperatura encarecen considerablemente el precio, acercándose en algunos casos al de la porcelana.
Porcelana
Pocos materiales ofrecen las prestaciones de la porcelana. Su cocción, superior a los 1300ºC, permite un grado de fusión mayor que el de otras técnicas. El resultado es una pieza muy dura, más ligera y resistente a golpes y rozaduras que otras cerámicas. Además, su composición y una cocción cercana a la vitrificación, permite realizar vajillas muy finas y semitransparentes. Si buscas una vajilla que resista a un uso intensivo (restaurantes, hoteles, cafeterías…) esta es una de las opciones más tradicionales y recomendables.
Pero la elaboración de la porcelana no es fácil. Su preparación requiere materiales específicos (caolín, cuarzo y feldespato) para poder obtener la masa acuosa con la que se realizan las piezas. Esta masa, más líquida que otras arcillas, hace muy difícil su manipulación. Por este motivo, se suele hacer uso de moldes -con su correspondiente negativo- para poder elaborar tazas, platos, cuencos u otros objetos. Finalmente, al tratarse de una cocción a temperaturas muy elevadas, el tiempo y potencia que requiere el horno también es superior, lo que se traduce en un mayor consumo de energía y mayor riesgo de mermas. De todo ello se deduce una cerámica mucho más cara de producir.
Por otra parte, la gama cromática de la porcelana es muy limitada. La cocción a altísima temperatura imposibilita poder esmaltar con colores (el pigmento se calcina), por lo que solo es posible hacer uso de calcos cerámicos o técnicas decorativas en una tercera cocción. Aunque existe porcelana negra, los tonos de la cerámica suelen reducirse al blanco de toda la vida.
Las texturas que ofrece la porcelana también son muy limitadas. El acabado más común es liso, aunque hay fabricantes que han conseguido desarrollar acabados soft con el uso de maquinaria especial.
Si te dedicas a la cerámica artesanal, ¿es mejor gres o porcelana?
La respuesta dependerá del dominio que tengas de cada técnica, de los recursos de que dispongas y sobre todo del tipo de cerámica que vayas a hacer y al público al que te dirijas. La porcelana parece ser la opción más recomendada si quieres hacer piezas top destinadas a la hostelería y sectores profesionales. Pero lo cierto es que este es un mercado muy saturado, participado por empresas de todo tipo (muchas de ellas con producción industrial y mano de obra poco cualificada). En este mercado, el precio y los plazos de entrega son los principales factores de diferenciación dado que a nivel creativo las opciones son limitadas.
Por otra parte, el gres parece ser la opción de moda. Muchas jóvenes artesanas han optado por el gres de alta cocción por ser un material de alta calidad, versátil y mucho más creativo que la porcelana. El coste para producir gres es algo menor, así como el tipo de horno y su consumo energético son más asumibles, pudiendo ofrecer precios atractivos para el sector profesional y particular.
Ahora bien, en este boom de la cerámica handmade no han tardado en aparecer competidores industriales que imitan obras de ceramistas. Además, existe el gres de baja temperatura, más frágil y propenso a astillarse, que suele venderse con la ambigüedad que ofrece la palabra “gres” en el mercado de las vajillas.
En resumen, junto al material que escojas, gres o porcelana, es importante -y necesario- explicar que hay detrás de cada plato o de cada taza: el proceso de elaboración y el saber hacer del artesano. Este es un valor añadido que, además de aportar una identidad a tu proyecto, puede marcar la diferencia entre un producto de éxito o ser uno más del mercado.
Y para ti, ¿qué tipo de cerámica es tu favorita? ¿prefieres gres o porcelana? No olvides dejar tu comentario.
Y si te dedicas a la cerámica artesanal, nos encantará conocer tu proyecto. En Labois estamos especializados en la consultoría de marketing para artesanos y creativos, donde te ayudamos a crear y comunicar tu marca, conectar con tu público y tener un negocio más rentable. Si tu empresa no funciona como desearías, ves que le dedicas mucho esfuerzo y no obtienes el resultado esperado, te ayudamos. Cuéntanos tu caso aquí.
2 respuestas
Interesante. Me queda la duda de qué consuma menos energía, fabricar un plato de loza, cerámica o porcelana, o uno de vidrio. Gracias. Salud +
Hola! Muchas gracias por tu mensaje. En principio sería la porcelana, porque suele cocerse entre 1.300 y 1.400 grados hasta 24h. Te recomiendo que te suscribas a la newsletter para recibir todo el contenido que publicamos https://labois.com/newsletter/ Gracias!