Si buscas una escapada de invierno diferente, Montsegur y la ruta de los cátaros es una de las mejores opciones. Normalmente, suele ser un itinerario para los días de primavera o verano, cuando hace más buen tiempo. Pero nosotros, amantes de la aventura, nos hemos acercado en los meses de menor afluencia. ¿La experiencia? Sorprendente.
Montsegur y la ruta de los cátaros, una escapada de invierno mágica
En los últimos años, la ruta de los cátaros se ha popularizando. De hecho, es fácil encontrar tour operadores y agencias que la ofrecen como una de sus mejores propuestas. Partiendo de Perpiñán, esta ruta se extiende 120 kilómetros hacia el oeste. En el colofón final, Montsegur, castillo clave en la antigua comunidad cátara. Entre estos dos puntos, encontramos decenas de castillos y pequeños pueblos de época y otras más recientes. Por ello, si te encuentras en el sur de Francia o en el norte de España, esta es una escapada de invierno que no puedes perderte.
Cabe decir que no todos los lugares disponen de tren o transporte público. Por ello, si quieres realizar toda la ruta de los cátaros, lo mejor es ir en coche. De paso, podréis disfrutar de una de los paisajes más espectaculares y salvajes de Francia, con los Pirineos de fondo.
La cultura cátara
Llegados a este punto es probable que te preguntes quién eran los cátaros. Sin entrar en mucha historia, eran una comunidad de creyentes de una variante del cristianismo. Surgieron en el s.XII y sus ideas se extendieron por gran parte de Europa, incluyendo el sur de Francia. Por aquel entonces, la monarquía francesa intentaba consolidarse y afianzar su poder en las zonas de frontera. El papa, aliado de la Corona francesa, proclamó una cruzada contra los cátaros, considerados ahora herejes. Y así empezó una persecución que acabaría en una guerra contra la Corona de Aragón.
Las tropas del monarca francés acabarían imponiéndose en la batalla de Muret obligando a replegarse a los últimos cataros en el castillo de Montsegur. Construido por los propios cataros, esta espectacular fortificación fue el último bastión de esta comunidad antes de ser conquistado, finalmente, por la corona francesa a principios del s.XIII.
Más allá de estos hechos, la cultura cátara ha dejado algunos testimonios de aquel pasado. Un claro ejemplo de ello son sus castillos y fortalezas donde tuvieron lugar estos hechos. Los más destacados son: Carcassone, Foix, Puyvert, Lastours, Montsegur, Peyrepertuse, Quéribus y Villerouge Termenés.
Una de las tradiciones que se ha recuperado junto a la ruta cátara es la gastronomía tradicional de la zona. Aunque se presente como un plato “típicamente cátaro”, la cassoulet, un guiso tradicional a base de judías, carne de cerdo, pato, oca, cordero o perdiz cocido durante horas. Aunque puede hacerse algo pesado, es un plato delicioso, que nos aportará la energía –y calor- suficiente para realizar esta ruta.
Montsegur, la perla de la ruta
Finalmente, encontramos Montsegur. Poco queda de aquella espectacular fortaleza, pero sus murallas nos recuerdan su importancia. Situado en lo alto de una peña, el castillo sobresale entre gruesas capas de nieve. Para los más aventureros, en invierno también es visitable, si bien deberéis abrigaros bien. Podréis aparcar justo al inicio del camino que, tras 20 minutos de cuesta, lleva a al interior del castillo. Las vistas son espectaculares y desde luego vale mucho la pena subir hasta allí.
Podéis quedaros a dormir en el mismo pueblo de Montsegur. Pese ser pequeño, cuenta con hotel y panadería, donde podréis probar uno de los mejores panes de la zona. Sin duda, uno de los puntos más acogedores y entrañables de la ruta.
Nosotros acabamos aquí. Y tu ¿ya has pensado donde será tu próxima escapada de invierno? 😉
Una respuesta
Doy fe de que es un viaje espectacular