En noviembre del 2017 se inauguró el FICO Eataly World en Bolonia, Italia. Se trata del parque agroalimentario más grande del mundo, con 100.000 metros cuadrados dedicados a la gastronomía italiana y los productos locales. Sin duda, era el nuevo “Disneyland de la comida”, con todo lo positivo y negativo que ello comporta. Por este motivo, desde su planeamiento inicial, no han sido pocas las voces críticas con este proyecto. En Labois lo hemos visitado y así ha sido nuestra experiencia.
La apuesta por los productos locales
El espacio FICO es el buque insignia de la compañía Eataly, una cadena de supermercados internacional especializada en productos italianos. No nos referimos a productos de consumo masivo, que podemos encontrar en cualquier supermercado, sino alimentos producidos por empresas relativamente pequeñas o semi-artesanas. Si algo debemos elogiar a la Eataly, es esta apuesta por los productos locales, siendo actualmente un importante distribuidor multinacional. Sus tiendas destacan además por ser un refugio para foodies que buscan comida tradicional, pero también los sabores más auténticos y naturales. Y todo ello, decorado con mucho mimo y elegancia. Si te ha picado la curiosidad, debes saber que a día de hoy cuenta con 35 tiendas repartidas por todo el mundo. Así también, cuenta con tienda online con envíos a multitud de países.
Si visitas cualquiera de sus tiendas, es posible que te sorprenda su planteamiento y distribución. Y es que, pese ofrecernos productos tradicionales, estas tiendas se han adaptado al ritmo de vida actual. Por ello, encontraras productos para viajar en avión, paquetes regalo, restaurante o terraza donde poder comer lo que compras. No es de extrañar pues que su decoración se sitúe a medio camino entre la arquitectura tradicional italiana y la contemporánea.
Visitar FICO Eataly World
Volviendo a Bolonia, el FICO Eataly World se planteó como un espacio donde recoger y proyectar toda la diversidad gastronómica italiana. La “única” diferencia con las otras tiendas, es que este proyecto era mucho, mucho más grande. 45 restaurantes, cocinas donde se realizan 30 sesiones diarias abiertas al público, sala de congresos para 1.000 personas, 3.000 trabajadores y 100.000 metros cuadrados de espacio total. Se ubica en el antiguo mercado mayorista de Bolonia, que ha sido reconvertido totalmente en este gigantesco espacio comercial. Realmente, son cifras que lo acercan a un parque temático gastronómico, similar a Ikea o Disneyland.
Ante cifras tan descomunales, la movilidad dentro del FICO Eataly World es proporcional. Además de cientos de plazas de parquin, también cuenta con líneas de autobuses que lo conectan directamente con la estación central de Bolonia. Si optas por el transporte privado, debes saber que el acceso al recinto es gratuito y se realiza a través de una entrada monumental, similar al de una autopista. Una vez dentro, lo mejor es tomar aire y moverse con calma. De punta a punta, este complejo mide casi un kilómetro. Por ello, además de bancos y terrazas donde tomar algo y descansar, FICO Eataly World ofrece unas bicis con cajas para realizar nuestras compras. Son muy monas y con ellas os podréis desplazar cómodamente por los anchos pasillos de esta megastore. Ir acompañado de un mapa es imprescindible 😉
Por otro lado, recomendamos planificar mínimamente la visita, que ver y que comer. En un día es casi imposible poder visitarlo y probarlo todo. Además, FICO Eataly World ofrece actividades culturales, sesiones formativas, exposiciones temporales, cine, teatro y granjas abiertas al público. Algunas de estas actividades son de pago y requieren reserva previa.
Presente y futuro
Pasear por los enormes pasillos del FICO Eataly World es una delicia para los sentidos. Los espacios gastronómicos y restaurantes están bellamente diseñados y en proyecto, en general, supone un impulso ético y educativo para la región y los turistas. Aun sí, no podemos evitar decir que FICO Eataly World no está hecho a escala humana. Sus dimensiones, en muchos casos desproporcionadas, rompen con la buena fama de otras tiendas de Eataly. Y más teniendo en cuenta que está concebido para albergar 6 millones de visitantes al año.
Así también, a nuestro entender, no es equiparable al encanto del mercado tradicional, la belleza de las plazas renacentistas o el carácter de la pequeña tienda de toda la vida. Pese a que el producto es local, el espacio transmite una atmosfera industrial. No por ello debemos verlo como algo negativo: sin duda Bolonia gana un nuevo motor económico con este espacio. Pero para nosotros, FICO Eataly World no ha supuesto un homenaje a la cultura y el patrimonio de Italia. Más bien, es un lugar donde refugiarse de un día de lluvia o del calor extremo durante las vacaciones. También es un lugar donde encontrar restaurantes para todos los gustos. Pero en ningún caso, puede entenderse como un modelo de la gastronomía italiana tradicional.