Desde hace unos meses, en el mundo de la decoración se habla mucho del homefullness. Desde revistas como AD hasta microinfluencers del interiorismo, pasando por marcas de pintura o fabricantes de cocinas. Pero ¿qué es el homefullness y por qué es tendencia?
Homefullness: el hogar como el espacio más importante
Aunque últimamente esté en boca de muchos, el homefullness es un concepto de interiorismo que ya tiene unos años. Nace como la aplicación directa del mindfulness (otro célebre concepto que se define como el hecho de estar atento de manera consciente e intencionada en lo que hacemos en el momento presente), pero aplicado al campo del diseño y la decoración de viviendas.
Partiendo de esta base, el homefullness reivindica el hogar como el espacio más importante en la vida de una persona, un lugar capaz de generar seguridad, comodidad y paz. Es el máximo exponente de “como en casa, en ningún lado”, y esto va muy ligado a la personalidad, a nuestro día a día y, en el fondo, a un sentimiento implícito de pertinencia.
Homefullness vs confinamiento
Esta manera de entender el hogar ha tomado un mayor protagonismo con la pandemia, y sobre todo, con los episodios de confinamiento. Hasta hace unos años, muchas personas se pasaban el día fuera de casa, y no era hasta la vuelta del trabajo o las clases cuando se podía disfrutar del hogar. Al estar encerrados en casa un periodo más prolongado, es cuando aparecen dudas sobre nuestro propio hogar. Hasta entonces, quizás no nos habíamos dado cuenta de cómo los elementos físicos y ambientales nos condicionan y afectan a nuestro ánimo.
El ruido de la calle, conversaciones de vecinos, la falta de luz natural, tener poco espacio libre, una cocina obsoleta… Son solo algunos ejemplos que explican, por ejemplo, la revalorización de viviendas con amplios ventanales, balcón, terraza o salida a un jardín. Cada vez más se tienen en cuenta factores como la calidad de los aislamientos, los espacios amplios y luminosos o incluso la proximidad de parques y espacios naturales, factores que hasta ahora eran considerados secundarios.
En un escenario de viviendas grises y sin energía vital, el homefulness nos propone una serie de hábitos y recomendaciones, teniendo como objetivo el equilibrio y la armonía. Los elementos fundamentales que nos ayudarán a conseguirlo son:
- El orden, como factor básico para conseguir un ambiente relajado, seguro y limpio
- La simplificación de la decoración, partiendo del principio de “menos es más”. El minimalismo es sin duda el estilo que más lo representa.
- Apuesta por formas neutras, no agresivas. Los fuertes contrastes y las líneas angulosas se rinden ante contornos más sinuosos y tonalidades más neutras.
- Las plantas, el toque verde necesario que aporta vida y alegría.
Homefullness y decoración artesanal
En el homefullness, un valor clave es la calidad de los materiales, de las texturas e incluso de los colores. Si vamos a pasar más rato en casa, los elementos que en ella se encuentran deben ayudarnos a sentirnos bien, a poder a identificarnos con ese espacio intransferible llamado hogar. Las piezas originales, naturales, que cuenten una historia que nos ha cautivado… se anteponen a los objetos producidos en serie, despersonalizados. La artesanía, una vez más, tiene aquí una oportunidad para reivindicarse. Detrás de cada objeto hecho a mano hay calidad, pero sobre todo, alma.
Y tú, ¿sigues los consejos de homefullness en la decoración de tu hogar? ¿Qué otras tendencias de decoración te gustan o representan? No olvides dejar tu comentario 😉