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Tornillos y gatos para madera: consejos de utilización

Los tornillos y gatos para madera son elementos básicos de la carpintería profesional. Su uso va más allá de la simple sujeción de dos piezas, siendo de gran utilidad en la mayoría de construcciones. Por ello, hoy queremos daros algunos consejos que os irán la mar de bien si los utilizáis. Empezamos.

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Tornillos, gatos y sargentos para la carpintería de madera

A la hora de realizar ensambles en la madera, los tornillos y gatos nos ayudan a fijar piezas durante el proceso de encolado. En el caso de los bastidores -estructuras donde se unen más de dos piezas- es dónde estas herramientas toman mayor protagonismo. Así, facilitan la unión de los ensambles de una manera estable y controlada hasta el secado del adhesivo.

Para garantizar una correcta unión de dos piezas, tenemos tornillos, gatos o sargentos. A efectos prácticos su uso es el mismo, cambiando únicamente su forma y tamaño. De esta manera, los tornillos o gatos se utilizarían para trabajos de precisión y gruesos de hasta 15 centímetros. Por el contrario, los sargentos son más grandes y se destinan a proyectos que requieran más fuerza y mayor envergadura.

¿Puedo utilizar un sargento en lugar de un tornillo o gato para unir piezas pequeñas? Sí, pero deberemos controlar y supervisar el ensamble con más mimo. El propio peso del sargento (no olvidemos que hablamos de piezas fabricadas íntegramente en hierro o acero) puede acabar doblando la madera, deformando el ensamble. Si utilizamos un sargento en piezas pequeñas, también podemos encontrarnos que nos falte superficie para poder presionar si debemos combinarlo con otro elemento de sujeción. Por estos motivos es recomendable utilizar una herramienta de sujeción acorde al tamaño del bastidor o ensamble.

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Uso de los gatos o tornillos para madera

Los elementos de carpintería y ebanistería que requieran más de una pieza de madera están formados por ensambles. Su unión se consigue, además de por la forma del ensamble, por los tornillos, gatos y sargentos.

En un bastidor por ejemplo, los ensambles se mantendrán unidos gracias a estos elementos de sujeción mientras el adhesivo se seca. Los tornillos se colocan perpendicularmente a los montantes y siguiendo la dirección del eje, controlando en todo momento el grado de presión.

Es importante tener en cuenta los ángulos que forma cada unión. Es aconsejable ayudarse de una escuadra o falsa escuadra para ver si las uniones están a 90º o la inclinación que necesitamos. Si vemos que se nos desviamos, podemos ayudarnos de una maza o martillo para corregir la desviación. Pero atención, los golpes deberán hacerse por la parte exterior de la madera ya que probablemente la marcaremos. Si tenemos que dar algún golpe por un lado “bueno” o interior, nos podemos ayudar de un listón del mismo tipo de madera que el bastidor. Así, evitaremos marcar la madera y dejar el típico hundimiento con la forma del martillo.

Otra manera de corregir posibles desviaciones es ayudarse de otro tornillo o sargento que ejerza presión de manera oblicua a la traviesa. Colocado de manera diagonal, podremos enderezar la estructura sin tener que recurrir a golpes.

Por experiencia, aconsejamos que la colocación de los tornillos o gatos se realice con cuidado, así como prestar gran atención al grado de presión. Si repartimos el esfuerzo por cada lado, ahora un tornillo ahora el otro, podremos controlar mejor la unión. De lo contrario deberemos corregirlo constantemente, deformando incluso la madera.

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Consejos para una mayor precisión

Además de los ángulos, es importante fijarse en nivel de la superficie. Si se ejerce mucha presión es posible que doblemos las piezas, por lo que es aconsejable ayudarse de un nivel para evitarlo. En caso contrario, si la fuerza ejercida es insuficiente, las juntas no acabaran de unirse, dejando un espacio entre ambas piezas. Si ello se produce durante el proceso de secado y no se corrige, supondría tener que hacer de nuevo todas las piezas.

Por otro lado, es importante cuidar bien de las herramientas. Si ejercemos presiones demasiados altas para la medida de un tornillo o gato, lo acabaremos doblando o rompiendo.

Finalmente, si hemos utilizado cola liquida para unir los ensambles, es importante limpiar toda la que sobresalga de la junta. De lo contrario, puede ocultar una junta poco unida o pegarse a la base del tornillo o sargento.

Esperamos haberte ayudado en la utilización de los tornillos y gatos de carpintería para madera. Recuerda que ante todo requiere paciencia (al menos, tanta como permita el adhesivo).

Nos vemos en el próximo post 😉

 

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