Como vimos en el post anterior, las limas y escofinas son herramientas básicas para todo craftsman. Su uso es imprescindible en casi todas las tareas de raspar, pulir y alisar la madera. Por ello, serán imprescindibles para muchos de nuestros proyectos woodworking.
Por definición, las limas y escofinas son herramientas con una hoja de acero templado de dónde salen unos dientes. Estos, al fregarlos contra la madera, arrancan pequeñas astillas, lo que nos permite trabajarla y darle forma.
Diferencias entre lima y escofina
Aunque pueden parecer muy similares, estas herramientas de carpintería presentas varias diferencias. De estrada, la escofina cuenta con dientes más gruesos, lo que permite arrancar mayor cantidad de madera que las limas. De esta manera, las escofinas están destinadas a los trabajos más toscos mientras que las otras se utilizan para raspar superficies curvas o planas.
Siguiendo estas características, las limas se suelen emplear en los acabados finales de la madera. De esta manera, al tener unos dientes más pequeños, podremos alisar y pulir la superficie con mayor delicadeza y precisión.
Tipos de limas y escofinas de carpintería
Al igual que las gubias, estas herramientas se clasifican por la sección que presentan. Existen muchos tipos, pero las principales son estas:
El uso de cada una vendrá determinado por el tipo de trabajo que queramos realizar. Por ejemplo, las planas se utilizan para los alisados de superficies, las redondas para apurar agujeros y las de media caña combinan estas dos opciones.
Por otra parte, la clasificación también viene determinada por el número de dientes por cm2. Estos pueden variar de 6 a 150 por norma general. Contra más dientes tengamos, más fino y superficial será el pulido.
Cabe decir que existen longitudes de hoja diversa. Las más pequeñas, casi minúsculas, se suelen dedicar para tareas de marquetería o modelismo. Por otro lado, las más comunes miden entre uno y dos palmos (dijo palmos porque es la medida que acabará determinando el recorrido que realizará la hoja en cada movimiento). Y finalmente están las más grandes, dedicadas a proyectos woodworking de mayor magnitud y dónde la precisión no es una prioridad.
Nuestro consejo: si estás pensando en comprar un tus primeras limas y escofinas, te recomendamos que optes por una plana, otra de media caña y finalmente una redonda. Con estas secciones podrás realizar la mayoría de trabajos. Y si además presentan un tamaño medio (la hoja + el mango están entre los 15 – 25 cm) tendrás todavía mayor versatilidad.
Recuerda que es muy importante limpiar las limas y escofinas cada cierto tiempo. Como en la higiene bucal, es necesario limpiar los dientes para garantizar su correcto funcionamiento. De lo contrario, la resina y restos de madera acumulada en los hoyuelos pueden deteriorar la calidad del corte. Si quieres evitarlo, la solución es muy sencilla: cepilla los dientes cada vez que acabes de utilizarlas. La mejor manera es con una carda, un cepillo de puntas de hierro que te permitirá acabar con cualquier resto indeseado.
¿Y vosotros, qué tipo de lima utilizáis? ¿Cuál es vuestra marca favorita? Por nuestra parte, esto es todo por hoy. Nos vemos en el próximo post 🙂