Si viajáis a la Toscana, vale la pena hacer una escapada a Siena desde Florencia. Es una ciudad maravillosa que parece que se haya parado el tiempo para dejarnos ver cómo vivían en la época medieval.
Se puede ir a Siena en tren desde Florencia en menos de una hora y media. Es un trayecto tranquilo y recorreréis los maravillosos campos de la Toscana. En la estación de tren encontraréis más ocho tramos de escaleras mecánicas para llegar a la entrada de la ciudad. Esta se encuentra encima de una montaña y os sorprenderá ver que está totalmente fortificada.
Descubrir Siena:
Una vez allí, podréis recorrer innumerables calles de piedra que no podréis parar de fotografiar por todos sus detalles. Lo más curioso son las farolas que cambian según la calle, porque representan los escudos de los 17 distritos de la ciudad. Encontraréis farolas de jirafas, ocas, puerco espín, torres, tortugas… Y podréis reconocer el distrito por las banderas que cuelgan en las casas.
En Siena se conservan los comercios auténticos, lejos de las multinacionales que encontramos en todas las ciudades. Encontraréis muchos productos, como zapatos hechos a mano, grabados y papeles artesanos, marionetas de Pinocchios de madera… Que os darán ganas de volveros con más de un producto artesanos handmade.
Lo que realmente vale la pena de esta escapa a Siena es la Piazza del Campo. Una plaza con forma de abanico donde se encuentra el Palazzo Comunicale con una alta torre en el medio que se puede visitar. En esta plaza se celebra la famosa carrera de caballos el “Palio de Sena”. En ella compiten 10 caballos que realizan tres vueltas a la plaza durante tres minutos.
Este espectáculo es una tradición medieval de Siena, donde los 17 barrios de la ciudad se enfrentan a esta carrera. Está llena de reglas, supersticiones y secretos que se han mantenido a lo largo de los años. El Palio (estandarte) es ganado por el caballo, con o sin jinete y son conducidos a la cena de la victoria. La celebración tiene lugar en el barrio del caballo ganador, que es el invitado de honor.
Hay dos opciones para asistir al Palio, el 2 de julio llamado el Palio di Provenzano y el 16 de agosto, el Palio dell’Assunta.
No podemos olvidar la gran oferta gastronómica de la Piazza del Campo, donde disfrutar del ambiente y de la belleza del lugar. Como en general en toda la ciudad de Siena, que podréis encontrar infinidad de pizzerías, trattorias, heladerías… Pero os recomendamos que probéis alguna ostreria. Seria como una «taberna” española, donde tradicionalmente se servía vino y un servicio de trattoria sencillo. Actualmente os pueden servir focaccias y tablas de embutidos de buena calidad y a buen precio. Así que no puede faltar comer una focaccia de salami de lugares tan pintorescos como este.
La auténtica maravilla de Siena es el Duomo, con una espectacular fachada de mármol rayado blanco y verde. Se construyó tan solo en 48 años, entre el 1215 y el 1263. La leyenda dice que el primer rayo del amanecer tiñe la fachada de rojo. Todo un espectáculo para los más madrugadores.
Recomendamos entrar a la catedral, porque el interior es más espectacular que el exterior. Descubriréis todas las paredes, suelos y techos de mármol blanco y negro que esconde en su interior. Además encontraréis obras de autores como Andrea Bregno, Donatello, Baldassare Peruzzi y esculturas de Miguel Ángel.
Por último, Siena es conocido por su universidad, una de las más antiguas de Europa. Allí llegan jóvenes italianos y europeos donde licenciarse en carreras como Derecho, Medicina o Filosofía. Por ello veréis una multitud de gente joven por las calles y plazas que dan vida a la ciudad.
Esto es todo por hoy, os esperamos en el próximo post 😉